Artículos de Prensa
Una selección de escritos de prensa publicados a lo largo de su vida

Poesías y otros textos

Poemas y otros textos sueltos, algunos inéditos

Conferencias
Facultad de Filología de Sevilla, Abril de 1997

Pregones
Pregón de la Semana Santa de Carmona 1952 y la Feria del Libro de Sevilla 1993

El alma de José María Requena
Breve colección de textos de José María Requena sobre Carmona

Carmona a vuela pluma
Antología de escritos carmonenses de José María Requena
  Presentación
  Detenido ejercicio de nostalgia
  Alma de gentes
  Patria de las devociones
  Historia literaria de Carmona
  Feria giraldilla
  Geografía del recuerdo
  Versos entrañados

Vida y obra de José María Requena
El estudio de investigación más amplio realizado sobre la vida y obra de Requena, escrito por el Dr. Ángel Acosta Romero, Profesor Titular de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla.




CARMONA A VUELA PLUMA: GEOGRAFÍA DEL RECUERDO.

Geografía del recuerdo es un recorrido por alguno de los innumerables rincones en que habita el alma carmonense, hitos en el mapa de la memoria literaria de Requena. Contiene los artículos:

"Desde la Puerta de Córdoba al Santuario'", "Carmona, calle San Pedro...", "La cuesta", "Alrededores" y "Recuerdos en El Angostillo".


 

 

 

Carmona, calle San Pedro...

José María Requena
Carmona, septiembre de 1982



A Carmona la recuerdo siempre, más que como un gran puñado de casas y murallas, como una variedad muy surtida de gestos, de actitudes y hasta de estados de ánimo. Porque, para mí, Carmona tiene muy distintos talantes en todos y cada uno de sus muchos costados, en los diversos modos con que sus calles son serias y profundas o esperanzadas y alegres. Cabe, incluso, afirmar que, puestos a elegir en Carmona los sitios que mejor nos cuadrarían en tales o cuales circunstancias psicológicas, apenas si tendríamos que meditarlo.

Por ejemplo, nada podría sustituir, en una hora entregada a los más lejanos recuerdos, la llamada que nos hace la calle Carpintero hacia la desechada estación del Carmonilla, condenada a quedarse para siempre sin el humo de aquellas deliciosas y lentas locomotoras que llevaban personas y maletas hasta un mundo transido de urgencias, allá por Guadajoz y los Rosales, vagones de madera de un Oeste americano que hasta tenían su algo de misteriosas señales de flechazos comanches, imaginariamente disparados desde unos olivares por donde nunca sonarían las trompetas triunfales del Séptimo de Caballería, con Gary Cooper de capitán. Tren aquel convertido ya en leyenda y mito de humareda que el olvido barrió con su viento frío, enterrados a medias sus raíles, camino de llegar a sabe Dios cuántos siglos después de la tragedia planetaria de un último conflicto atómico.

Y cerca, cómo no, el cementerio viejo, el camposanto donde tantos de nosotros, en dolorosas despedidas para siempre, conocimos el silencio total de tiempo detenido que es la muerte.

Pero, vámonos ya camino de otra parte, en busca de otra cara menos amarga de toda esa blancura tan antigua que es Carmona. Saludemos al mar del horizonte de la vega desde cualquier espigón de la reseca costa esa que forman los Alcores.

O, si lo preferías, nos damos un paseo por la Alameda, para curarnos un poco de la lucha esta de tener que vencer tanta prisa sin sentido, en afanes de ahora, tan distantes de aquellos pasodobles que la banda municipal nos dibujaba por encima del millón de flores, en torno a la fuente central de la redondísima glorieta.


Pero, aunque sean ciertamente simbólicos algunos otros gestos que Carmona tiene –la larga mirada del Parador, el saludo amabilísimo de la Plaza de Arriba–, yo me tengo que decidir por el dinámico ademán que ha sido siempre la calle de San Pedro, ruidosa psicología de carretera urbanizada, compás alegre y vivo bajo la sombra de la Giraldilla, eterno escaparate de tantos y diferentes golpes de la fortuna para este pueblo tan de paso para lo bueno y para lo malo, para esta ciudad de memorias traspasadas por los relevos de las razas y por tan diversas banderas.

Sí. Para mí, la calle San Pedro ha sido siempre el gesto más expresivo de nuestro pueblo, incluida, cómo no, esa simpática cintura urbana del Angostillo, casi cornisa entre las cuestas de la Alameda y de la Fuente de las Viñas, parada y fonda de aquella diligencia cantada por Fernando Villalón, que remontaría las polvorientas pendientes de la Puerta de Córdoba, espoleados los ijares de sus caballerías por el miedo a los siete bandoleros legendarios.

Calle muy viajera, calle muy de paso y muy de adioses y partidas, calle con aceras que hacían de andenes de estación para los pretéritos autobuses amarillos de Casal y Soto, techumbres atiborradas de maletas y paquetes, un alto para la cerveza, el café o el refresco, en Casa de Chacón, para los viajeros que atravesarían la vega, rumbo a Fuentes de Andalucía, La Luisiana, Écija... Tiempos ya bastantes lejanos, pero que no se borran así como así. Menos, para los niños que teníamos balcones enfrente mismo de la gasolinera vecina de la parroquia. Cuántos personajes famosos allí, toreros, políticos, futbolistas, actores, estirando las piernas, en tanto repostaban sus coches con la lentitud impuesta por aquellas viejas mangueras gruesas y renegras.

En el resto de Carmona, son innumerables las calles y las plazas con muchos más alicientes históricos y artísticos. Pero esa calle que media entre la modernidad verdiclara e inoportuna del Teatro Cerezo y el grandioso historial de la Puerta de Sevilla, a pesar de que nunca tuvo casas postineras de portadas nobles, sí que conserva y ofrece nada menos que esa viveza inigualable que tan sólo poseen las personas y los sitios muy transitados y muy al tanto de la gente desconocida. Y acaso por esto mismo, la psicología de Carmona ha sido siempre sobradamente socarrona y sabia a la hora de valorar a fondo los méritos verdaderos de todas las novedades. Porque Carmona, la mar de bien simbolizada por su calle de San Pedro, tiene una larguísima experiencia en todo eso de ver llegar, con todo el ruido de sus alardes, las distintas y sucesivas soberbias de lo pasajero.


Publicado en: Carmona y su Virgen de Gracia. Septiembre de 1982.




Marzo de 2011

Carmona a vuela pluma
La Delegación de Cultura del Exmo Ayuntamiento de Carmona, Olavide en Carmona y Servilia Ediciones, presentaron en el Parador Nacional de Carmona el libro: "Carmona a vuela pluma. Antología de escritos carmonenses. José Maria Requena". Antonio Montero Alcaide, editor de la obra, junto a Juan María Jaén Ávila, hicieron una semblanza de los textos recopilados y la biografía del autor. ampliar>>

Junio de 2010

Pintura y poesía
Entre el 4 y 20 de junio se expone en la Biblioteca Pública Municipal de Carmona una muestra de pintura a cargo de alumnos del Aula de Pintura de Carmona, que bajo dirección de la profesora Dña. Manuela Bascón han realizado una serie de cuadros inspirados en poemas de José María Requena. ampliar>>

Enero de 2010

Memorias del periodismo sevillano
Con motivo del primer centenario de la Asociación de la Prensa de Sevilla, se presentó la obra "Periodistas de Sevilla (Retratos de autores de dos siglos)", editada por Mª José Sánchez-Apellániz, y que recoje un homenaje a las personalidades más destacadas del periodismo hispalense en los últimos dos siglos. ampliar>>

Julio de 2008

Décimo aniversario
El 13 de julio de 2008 se cumplen diez años de la muerte de José María Requena. El escritor sevillano Antonio Montero Alcaide homenajea su memoria en un artículo en ABC de Sevilla. ampliar>>

Noviembre de 2002

Publicada la obra completa
Editada por el Ayuntamiento de Carmona, ya está disponible el tercer y último tomo de las obras completas de José María Requena. Se trata de un total de tres volúmenes que recogen toda su producción poética, novelística, ensayística y de narrativa breve, además de una selección de artículos de prensa y diversos textos. Para más detalles: archivo@carmona.org
Teléfono: 954191458


Antonio Petit Caro
Reivindicación de José Mª Requena en el cincuenta aniversario de la muerte de Juan Belmonte
"Ahora que se conmemora con los honores que le son debidos a su memoria los 50 años de la muerte de Juan Belmonte, es momento para reivindicar la autoría de la primicia periodística de aquella luctuosa noticia. Y es que fue el escritor, poeta y periodista sevillano José María Requena quien primero lanzó al mundo la versión completa de lo que no fue sino una tragedia en "Gómez Cardeña"...." ampliar>>

Manuel Losada Villasante
En recuerdo de José M. Requena
"Compartí con José María Requena -hombre de pueblo entrañado con el campo- momentos inolvidables a lo largo de la infancia, juventud y edad madura, y me sentí muy unido a él humana y espiritualmente..." ampliar>>

Enrique Montiel
José M. Requena, una teoría de Andalucía
"Y es que resulta en extremo difícil desproveer la narrativa de Requena, tan pulcra y bien hecha, de lo sociológico, de lo político, de lo histórico..." ampliar>>


 
 
 
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